Horario de Sueño para 5 años y 8 meses

A esta edad, la mayoría de los niños ya han dejado o están en proceso de dejar las siestas diarias. Es muy común que un niño de casi 6 años no necesite una siesta para funcionar bien. Sin embargo, algunos niños pueden beneficiarse de una siesta ocasional si tuvieron una mala noche, están enfermos, o tienen un día particularmente activo. Observa las señales de tu hijo; si está irritable o excesivamente cansado a media tarde, podría necesitar un descanso.

Si tu hijo toma una siesta y luego le cuesta mucho conciliar el sueño por la noche, se acuesta muy tarde o se despierta muy temprano, es una señal clara de que la siesta podría estar interfiriendo con su sueño nocturno. A esta edad, si la siesta es demasiado larga o demasiado tarde en el día, puede reducir la 'presión de sueño' necesaria para dormirse fácilmente por la noche. Considera acortar la siesta, adelantarla, o eliminarla por completo y observar el impacto en su horario nocturno.

En lugar de forzar una siesta, lo cual puede generar frustración, ofrece un 'tiempo tranquilo' o 'tiempo de descanso'. Anima a tu hijo a ir a su habitación a leer un libro, armar un rompecabezas, escuchar música suave o jugar tranquilamente con juguetes no estimulantes. El objetivo es que descanse su cuerpo y su mente sin la presión de dormir. A menudo, este descanso silencioso es suficiente para recargarse sin comprometer el sueño nocturno.

Si tu hijo aún necesita una siesta ocasional, lo ideal es que sea relativamente corta, entre 30 y 60 minutos como máximo. En cuanto al horario, lo mejor es que sea temprano en la tarde, idealmente antes de las 2 o 2:30 PM. Asegurarse de que la siesta termine al menos 4-5 horas antes de la hora de acostarse prevista es crucial para evitar que interfiera con la capacidad de tu hijo para conciliar el sueño por la noche.

Generalmente, es más efectivo y menos conflictivo eliminar las siestas diarias obligatorias a esta edad y optar por un enfoque flexible. Puedes establecer un 'tiempo tranquilo' regular por la tarde en lugar de una siesta. Esto le da a tu hijo el descanso que necesita si está cansado, pero sin la expectativa de dormir. Si un día parece particularmente agotado (por ejemplo, después de una mala noche de sueño), puedes ofrecer una siesta corta, pero no debe ser la norma. La consistencia en el horario de sueño nocturno se vuelve aún más importante sin una siesta regular.