Horario de Sueño para Bebé de 2 meses

A los 2 meses, los bebés no suelen tener un horario de siestas fijo y predecible. En lugar de un horario basado en el reloj, es más útil centrarse en las señales de sueño de su bebé y en las "ventanas de sueño" (wake windows). La flexibilidad es clave; cada día puede ser diferente, y está bien. Lo importante es asegurar que su bebé descanse lo suficiente en general.

Un bebé de 2 meses suele tomar entre 3 y 5 siestas al día, con una duración muy variable. Algunas siestas pueden ser cortas (20-45 minutos), mientras que otras pueden durar más de una hora. Es normal que no haya consistencia en la duración. El total de sueño diurno puede oscilar entre 3 y 5 horas, distribuidas en estas siestas.

Sí, las siestas cortas son completamente normales a los 2 meses. Los ciclos de sueño de los bebés son más cortos que los de los adultos, y muchos bebés tienen dificultades para pasar de un ciclo de sueño a otro sin despertarse. A esta edad, el objetivo principal es que su bebé descanse, incluso si es en periodos cortos. Puede intentar oscurecer la habitación, usar ruido blanco y envolverlo (si aún es seguro y no muestra señales de voltearse) para prolongar la siesta, pero no se frustre si no funciona; muchos bebés simplemente prefieren siestas cortas a esta edad.

Las "ventanas de sueño" son el tiempo que su bebé puede permanecer despierto y activo entre siestas o entre la última siesta y la hora de dormir por la noche, antes de fatigarse demasiado. Para un bebé de 2 meses, estas ventanas suelen ser de 45 a 90 minutos. Es crucial observar las señales de sueño de su bebé (frotarse los ojos, bostezar, mirar fijamente, ponerse irritable) y ponerlo a dormir *antes* de que se agote. Si se excede la ventana de sueño, puede ser más difícil que se calme y se duerma.

En general, a los 2 meses, no es necesario despertar a un bebé de una siesta, a menos que su pediatra le haya indicado lo contrario debido a problemas de aumento de peso o necesidades de alimentación específicas. A esta edad, el sueño es fundamental para su desarrollo, y los bebés suelen despertarse cuando tienen hambre o cuando han dormido lo suficiente. Dejar que duerman lo que necesiten suele ser lo mejor, ya que las siestas largas no suelen afectar negativamente el sueño nocturno a esta edad.