Horario de Sueño para Bebé de 4 meses

A los 4 meses, la mayoría de los bebés necesitan entre 3 y 4 siestas al día, con una duración total de 3 a 4 horas. Las dos primeras siestas suelen ser las más largas, durando entre 1 y 2 horas cada una. Las siestas posteriores pueden ser más cortas, de unos 30 a 45 minutos. El momento clave es observar las 'ventanas de vigilia', que para esta edad son típicamente de 1.5 a 2 horas entre el final de una siesta (o el despertar matutino) y el inicio de la siguiente. Asegurarse de que el bebé no esté despierto demasiado tiempo es crucial para evitar el sobrecansancio.

Las 'siestas de gato' son muy comunes alrededor de los 4 meses, ya que los ciclos de sueño del bebé maduran y se vuelven más parecidos a los de un adulto. Es una fase normal, a menudo llamada 'regresión de siestas'. Si tu bebé se despierta contento, puede que sea suficiente para él en ese momento. Sin embargo, si se despierta irritable, intenta extender la siesta meciéndolo, cargándolo o palmoteando suavemente en su cuna tan pronto como se despierte. Asegúrate de que el ambiente sea oscuro y tranquilo, con ruido blanco si es necesario. Con el tiempo, y a medida que madure, las siestas tienden a alargarse.

En lugar de un horario fijo por reloj, concéntrate en las 'ventanas de vigilia' y las señales de sueño de tu bebé. A los 4 meses, estas ventanas suelen ser de 1.5 a 2 horas. Observa si se frota los ojos, bosteza o mira al vacío. Una vez que veas estas señales (o que se acerque el final de la ventana de vigilia), comienza una rutina de siesta calmante: lleva al bebé a una habitación oscura, lee un cuento corto, pon ruido blanco o canta una canción de cuna. La consistencia en esta rutina pre-siesta ayudará a tu bebé a asociar estas acciones con el sueño. Intenta que la primera siesta del día sea aproximadamente 1.5 horas después de despertarse por la mañana.

Es beneficioso que al menos una o dos siestas importantes al día ocurran en la cuna (o en un espacio de sueño seguro similar en la habitación oscura y tranquila). Esto ayuda a tu bebé a practicar el sueño independiente y a consolidar siestas de mayor calidad en un ambiente predecible. Sin embargo, es completamente aceptable y, a menudo, necesario que otras siestas (especialmente la última del día o si están fuera de casa) ocurran en el cochecito, en el portabebés o en brazos. La flexibilidad es clave para la salud mental de los padres y para que el bebé obtenga el sueño que necesita, incluso si no es siempre en el lugar ideal.

La flexibilidad es importante. Los bebés no son robots y habrá días en los que el horario de siestas se desajuste debido a salidas, citas o simplemente porque el bebé tiene un día diferente. Si tu bebé se salta una siesta o la toma muy tarde, no te estreses. En lugar de intentar 'compensar' o ser excesivamente estricto, ajusta la siguiente ventana de vigilia ligeramente más corta para evitar que tu bebé se sobrecanse. El sobrecansancio es el enemigo del buen sueño. Si es necesario, adelanta un poco la hora de acostarse por la noche. Lo importante es volver a encarrilarse en la siguiente siesta o al día siguiente, sin que un día 'imperfecto' arruine tu esfuerzo general.