Horario de Sueño para 3 años y 6 meses

Es muy común que los niños de esta edad comiencen a mostrar resistencia a la siesta o a saltársela ocasionalmente, ya que es una fase de transición importante. Sin embargo, la mayoría aún se beneficia de una siesta hasta los 4 o incluso 5 años. Antes de eliminarla, busca señales consistentes de que realmente no la necesitan (por ejemplo, están alegres y no irritables sin siesta, se duermen fácilmente por la noche). Si se resisten, considera un 'tiempo de tranquilidad' en su lugar, donde puedan descansar y jugar solos en su habitación sin presión para dormir.

Para esta edad, una siesta típica suele durar entre 1 y 2 horas. Si la siesta es muy corta (menos de 45-60 minutos), puede indicar que aún la necesita pero le cuesta relajarse, o que está en transición. Si duerme 2.5-3 horas o más, generalmente no es un problema si no afecta negativamente su sueño nocturno. Lo importante es que despierte descansado y de buen humor. Ajusta la duración si ves que una siesta más larga retrasa la hora de dormir por la noche.

Idealmente, la siesta debe ocurrir a mitad del día, generalmente entre las 12:30 PM y las 2:00 PM. Lo más crucial es que la siesta termine al menos 4 a 5 horas antes de la hora de acostarse deseada por la noche. Por ejemplo, si quieres que tu hijo duerma a las 8:00 PM, la siesta no debería terminar más tarde de las 3:00 PM o 3:30 PM. Terminar la siesta demasiado tarde puede dificultar que se duerman por la noche y causar noches agitadas.

La resistencia a la siesta es común a esta edad, incluso si luego muestran signos de cansancio. Aunque no se duerman, establecer un 'tiempo de tranquilidad' o 'tiempo de descanso' sigue siendo muy beneficioso. Pídeles que se queden en su habitación durante 45-60 minutos con libros, puzles o juguetes tranquilos. Esto les da un descanso mental y físico que puede prevenir la irritabilidad de la tarde. Mantén la rutina consistente; la previsibilidad ayuda, incluso si no duermen siempre.

A esta edad, la consistencia en el horario de siestas sigue siendo clave para mantener un buen ritmo de sueño y asegurar que su hijo descanse lo suficiente. Intenta mantener un horario de siesta similar la mayoría de los días de la semana. Sin embargo, la flexibilidad ocasional es buena y necesaria para la vida familiar. Si hay una salida o evento especial, está bien saltarse o acortar la siesta un día, pero intenta compensarlo volviendo a la rutina al día siguiente o adelantando la hora de dormir esa noche. La clave es el equilibrio y no desviarse demasiado a menudo.