Horario de Sueño para 3 años y 3 meses

A esta edad, muchos niños aún se benefician de una siesta, pero es común que empiecen a mostrar resistencia. La mayoría de los niños dejan la siesta entre los 3 y 5 años. Antes de eliminarla por completo, considera si la resistencia se debe a que la siesta es demasiado larga, demasiado tarde, o si realmente está listo para prescindir de ella. Busca señales como si tiene buen humor y energía todo el día sin siesta, o si se duerme rápidamente por la noche aunque haya hecho siesta. Puedes probar un 'tiempo tranquilo' en lugar de una siesta obligatoria.

Idealmente, una siesta para un niño de esta edad debería durar entre 1 y 2 horas. Esto les permite obtener un descanso reparador sin afectar negativamente el sueño nocturno. Si la siesta es consistentemente mucho más corta y el niño parece cansado el resto del día, podría necesitar ajustes en su entorno de sueño o en el horario de siesta. Si la siesta es excesivamente larga (más de 2.5 horas), puede ser necesario despertarlos suavemente para asegurar que estén lo suficientemente cansados para dormir bien por la noche.

La resistencia a la siesta es común. Primero, asegúrate de que el horario de la siesta sea apropiado: no demasiado temprano (si aún no tiene sueño) ni demasiado tarde (si ya está 'pasado de vueltas'). Mantén una rutina de siesta consistente y relajante. Si sigue negándose, no lo fuerces a dormir, pero sí ofrécele un 'tiempo tranquilo' obligatorio en su habitación por 30-60 minutos, con libros o juguetes tranquilos. Esto le da un descanso necesario y un tiempo para recargar energías, incluso si no duerme.

Sí, la siesta puede influir directamente en el sueño nocturno. Si la siesta es demasiado larga o se toma demasiado tarde en el día, puede hacer que el niño no tenga suficiente 'presión de sueño' para conciliar el sueño fácilmente por la noche o que se despierte temprano por la mañana. Generalmente, la siesta debería terminar al menos 4-5 horas antes de la hora de acostarse por la noche. Si tu hijo tiene problemas para dormir por la noche, considera acortar la siesta o adelantar su hora.

La consistencia es clave para establecer y mantener buenos hábitos de sueño. Un horario de siesta regular ayuda a regular el reloj interno del niño (ritmo circadiano), lo que facilita que se duerma y se despierte a la misma hora cada día. Intentar mantener la hora de la siesta, la rutina previa a la siesta y el entorno de sueño lo más consistentes posible, incluso los fines de semana, puede reducir la resistencia a la siesta y mejorar la calidad del sueño general.