Horario de Sueño para Bebé de 1 año y 9 meses (21 meses)

A esta edad (1 año y 9 meses), la mayoría de los niños ya han hecho la transición a una sola siesta al día. Esta siesta única suele ocurrir a media mañana o al mediodía y puede durar entre 1.5 y 3 horas. Si su hijo aún toma dos siestas pero la segunda es una lucha constante o empieza a afectar el sueño nocturno, es probable que esté listo para consolidar a una sola siesta más larga.

La duración ideal de una siesta única para un niño de 21 meses es generalmente de 1.5 a 3 horas. Si la siesta es consistentemente más corta (menos de 1 hora), podría ser una señal de que necesita un entorno de sueño más oscuro/silencioso, o un ajuste en la rutina o en el 'tiempo de vigilia' antes de la siesta. Si la siesta es muy larga (más de 3 horas), y esto resulta en dificultades para conciliar el sueño por la noche o despertares nocturnos, considere despertarlo suavemente para no comprometer el descanso nocturno.

La resistencia a la siesta es común a esta edad debido a hitos del desarrollo, la necesidad de independencia o porque su horario necesita un ajuste. Asegúrese de que el entorno sea propicio para el sueño (oscuro, fresco, tranquilo) y mantenga una rutina de siesta consistente (p. ej., un libro tranquilo, una canción). Revise los tiempos: ¿está demasiado cansado (demasiado tiempo despierto) o no lo suficientemente cansado (no suficiente tiempo despierto)? A veces, ajustar el 'tiempo de vigilia' antes de la siesta en 15-30 minutos puede hacer una gran diferencia.

Las señales comunes de que un niño de 21 meses está listo para consolidar a una siesta incluyen: resistirse o luchar contra una de las dos siestas (usualmente la segunda del día), tomar mucho más tiempo para quedarse dormido en la siesta, o si la siesta de la tarde empieza a afectar la hora de dormir nocturna, retrasándola significativamente. A menudo, el período de transición puede ser un poco inestable, con días de una siesta y días de dos, antes de establecerse en una rutina de una siesta.

Sí, absolutamente. Una siesta demasiado tardía en el día o demasiado larga puede tener un impacto significativo en el sueño nocturno. Un niño de 21 meses necesita un período de vigilia adecuado entre el final de la siesta y la hora de acostarse (generalmente 4-5 horas, o incluso más). Si su hijo tiene dificultades para quedarse dormido por la noche, se despierta temprano o tiene despertares nocturnos, considere ajustar la duración o el horario de la siesta para asegurar que haya suficiente 'presión de sueño' para la noche.